
Los cuerpos de bomberos de San José de Ocoa y Barahona enfrentan una crisis operativa debido a la falta de equipos, camiones en mal estado y bajos salarios. En Ocoa, los bomberos cuentan con cuatro camiones con décadas de uso y sin mantenimiento adecuado, mientras que los equipos de protección han sido donados por organismos internacionales tras haber cumplido su vida útil. A pesar de la creciente demanda de emergencias con la llegada del 911, no han recibido nuevos recursos para mejorar su capacidad de respuesta.
En Barahona, la situación es aún más crítica, ya que de los siete camiones disponibles, solo uno está en pleno funcionamiento, mientras que otros presentan graves fallas mecánicas. Además, el cuartel local, que data de 1945, se encuentra en una ubicación poco estratégica, cercana al mar, lo que supone un riesgo ante desastres naturales. En municipios como Enriquillo, Villa Central y Vicente Noble, los cuerpos de bomberos operan con muchas limitaciones, incluso sin vehículos disponibles para atender emergencias.
El problema también se refleja en los bajos salarios de los bomberos, quienes dependen de una subvención municipal y un completivo del Ministerio de Interior y Policía. En Ocoa, los pagos oscilan entre RD$4,600 y RD$5,000, mientras que en algunas localidades los bomberos no reciben apoyo de sus respectivos ayuntamientos. A pesar de la precariedad, las autoridades locales mantienen la esperanza de mejoras tras una reciente solicitud de levantamiento de necesidades hecha por Interior y Policía.