
La población del Gran Santo Domingo enfrenta una crisis energética marcada por constantes apagones y un aumento desproporcionado en las facturas eléctricas, generando protestas y reclamos en diferentes sectores. Ciudadanos como Milagros Montero denuncian que sus tarifas han alcanzado cifras exorbitantes, llegando hasta RD$18,000 en un apartaestudio con consumo mínimo. A pesar de acudir a reclamaciones, los usuarios aseguran que no reciben respuestas claras y deben pagar para evitar cortes del servicio.
Los apagones también han afectado la calidad de vida en sectores como Los Guandules, donde residentes reportan que la energía eléctrica se interrumpe por varias horas cada día, ocasionando daños en alimentos y electrodomésticos. Adonis Encarnación señala que esta situación ha provocado pérdidas económicas significativas, mientras que otros, como Enerolisa Hernández, critican el servicio irregular incluso en áreas con sistemas de pre-pago.
La inconformidad crece ante lo que los afectados califican como «un abuso», especialmente en un contexto de altas temperaturas que intensifican la necesidad de electricidad. Los residentes exigen a las autoridades soluciones inmediatas para restablecer un servicio eficiente y asequible que alivie la carga económica que enfrentan las familias.