
La general Laura J. Richardson, líder del Comando Sur de los Estados Unidos, ha expresado su preocupación por el creciente peligro del fentanilo en Latinoamérica, advirtiendo que podría convertirse en una epidemia en la región. En una entrevista con Infobae, Richardson señaló la necesidad de una colaboración entre las autoridades estadounidenses y latinoamericanas para combatir esta amenaza.
Según la general, el fentanilo suele ser mezclado con la cocaína, la droga predominante en la región. Esta práctica plantea desafíos adicionales para el control del narcotráfico y la salud pública en la región.
Richardson destacó que la lucha contra el fentanilo no solo se trata de drogas, sino también de otras actividades criminales como el tráfico ilegal de personas, la minería ilegal y la tala ilegal. Estas actividades contribuyen a un lucrativo negocio que genera ingresos anuales de más de 300 mil millones de dólares para Estados Unidos. En este sentido, hizo un llamado a una mayor cooperación entre los países vecinos para combatir estas actividades criminales.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también ha instado a la comunidad internacional a unirse en la lucha contra el fentanilo durante una conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre estupefacientes en Viena. Esta droga sintética, 50 veces más potente que la heroína, representa una grave amenaza para la salud pública, siendo responsable de un número significativo de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
En Nueva York, el Departamento de Salud informó que el 81% de las muertes en 2023 fueron causadas por fentanilo, y las muertes por sobredosis aumentaron un 12% en 2022, alcanzando el número más alto desde el año 2000. Estas cifras subrayan la urgencia de tomar medidas concertadas a nivel internacional para abordar esta crisis de salud pública y combatir el tráfico ilícito de drogas sintéticas como el fentanilo.