
En un comunicado contundente, el obispo de la diócesis de San Juan, Tomás Alejo Concepción, ha expresado su preocupación por la posible entrada de bandas violentas haitianas a la República Dominicana, advirtiendo sobre las consecuencias catastróficas que esto podría acarrear. Según el obispo, la llegada de estas bandas podría desencadenar una crisis de convulsión y desestabilización en todos los ámbitos, incluyendo el turismo, la economía y el tejido social, afectando gravemente la seguridad y la inversión en el país.
Monseñor Alejo Concepción destacó que su preocupación no radica en los ciudadanos haitianos en general, a quienes describió como personas buenas y trabajadoras, sino en la situación de liderazgo y gobernanza en Haití, que desde hace décadas ha enfrentado dificultades políticas y sociales profundas. El obispo subrayó que la falta de estabilidad en Haití, exacerbada por un sistema de liderazgo centralizado y dictatorial, podría propagar problemas similares en la vecina República Dominicana.
El líder religioso también abordó el tema de la regularización de inmigrantes indocumentados, señalando que, si bien es deber de cualquier país regularizar su población migrante, la entrada masiva de inmigrantes sin un plan adecuado podría sobrecargar los recursos y servicios básicos del país receptor, como salud, educación y vivienda. Alejo Concepción hizo un llamado a la reflexión sobre las políticas migratorias, instando a una regulación que garantice el orden y el bienestar tanto de los dominicanos como de los migrantes.