Este sábado 02 de noviembre, más de 200 familias divididas por políticas migratorias lograron reencontrarse por unos minutos en el evento “Abrazos no Muros”, en el lecho del río Bravo, entre El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua. La actividad, organizada por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, permitió que miles de personas se abrazaran y compartieran brevemente a pesar de las restricciones fronterizas. En este conmovedor encuentro, las familias, supervisadas por autoridades de ambos países, pudieron cruzar al cauce del río y celebrar momentos de amor y esperanza.
El evento ha sido realizado anualmente como un llamado de atención sobre las duras realidades de las políticas migratorias y la separación familiar. Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, expresó el esfuerzo que representa abrir espacios como este, resaltando que se retiraron barreras físicas para facilitar los abrazos entre padres, hijos y hermanos. La actividad se ha convertido en un símbolo de esperanza para la comunidad migrante, con un fuerte mensaje de unión familiar.
Además de ser una muestra de amor y resistencia, «Abrazos no Muros» destaca la necesidad de reformas que favorezcan la reunificación familiar en la frontera entre México y Estados Unidos. Ciudad Juárez, punto crucial para los migrantes en su trayecto hacia el norte, reafirma su compromiso con este evento y su rol como espacio de encuentro para quienes anhelan ver a sus seres queridos, aunque sea por breves instantes.
