
A pesar del ambiente tenso provocado por una nueva ola de aranceles, las autoridades de Estados Unidos aseguraron que las negociaciones comerciales con China están avanzando de forma positiva. Según declaraciones de la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, el gobierno del presidente Donald Trump considera que las conversaciones van “muy bien” y se encaminan hacia un acuerdo potencial con el gigante asiático.
Desde el regreso de Trump a la presidencia en enero, su administración impuso un aumento del 145 % en los aranceles a diversos productos chinos, alegando preocupaciones sobre la participación de Pekín en la cadena de suministro del fentanilo y prácticas comerciales injustas. China respondió aplicando aranceles del 125 % a las importaciones desde Estados Unidos, lo que intensificó la confrontación económica entre ambas potencias.
Durante un evento privado en Washington, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, calificó la situación actual como insostenible, comparando los aranceles cruzados con un embargo comercial. No obstante, también manifestó que podría acercarse una etapa de desescalada, dejando entrever una posible solución diplomática al conflicto comercial más importante del planeta.