
Desde su retorno al país tras un viaje a Estados Unidos a finales de diciembre, el presidente Luis Abinader ha mantenido un perfil bajo, rompiendo con su habitual ritmo activo de actividades públicas. Su ausencia en eventos importantes, como el acto del Día del Poder Judicial, ha llamado la atención, ya que se trataba de una tradición que siempre había respetado. En su lugar, la vicepresidenta Raquel Peña representó al Ejecutivo en esta ceremonia.
Aunque se desconoce el motivo de esta inusual discreción, el mandatario sí asistió recientemente a la investidura de la nueva gobernadora de Puerto Rico y a un concierto en Mao, Valverde. Sin embargo, su limitada presencia pública contrasta con los meses previos, cuando su agenda solía estar repleta de actividades. Este jueves, el presidente recibirá en el Palacio Nacional al líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, en lo que será una de sus pocas apariciones oficiales en semanas.
Mientras tanto, la popularidad de Abinader parece enfrentar una ligera caída, pasando de un 70% a cerca del 43%, según declaraciones del expresidente Hipólito Mejía. Además, funcionarios clave de su administración, como el ministro de Obras Públicas y la ministra de Cultura, han sido objeto de críticas por parte de la sociedad civil y en redes sociales, lo que también ha puesto al gobierno en el centro de cuestionamientos públicos.