
El presidente Luis Abinader reafirmó que República Dominicana mantendrá su política migratoria ante la grave situación de inseguridad en Haití, calificándola como «sin precedentes». Desde el 1 de octubre, el país ha deportado a 55,723 haitianos en situación migratoria irregular, con un objetivo de 10,000 deportaciones semanales. Según Abinader, esta medida es esencial para proteger la seguridad nacional mientras Haití atraviesa una crisis de colapso institucional y económico.
En su habitual rueda de prensa, el mandatario señaló que, aunque el nuevo Gobierno haitiano parece dispuesto al diálogo, la situación en el vecino país sigue siendo crítica. Además, expresó su preocupación por el estado de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, liderada por Kenia, y su posible afectación por los cambios en la administración de Estados Unidos.
El presidente también denunció la influencia de ciertas ONG en el ingreso de ciudadanos haitianos al territorio dominicano. Mientras tanto, el Gobierno haitiano ha criticado las deportaciones por supuestas violaciones a los derechos humanos, lo que ha intensificado la tensión entre ambas naciones.