
Lamar Jackson continúa demostrando su grandeza como mariscal de campo de los Ravens de Baltimore, lanzando para 281 yardas y cinco touchdowns en la victoria 41-31 sobre los Buccaneers de Tampa Bay. Con esta actuación, Jackson se posiciona como uno de los favoritos para ganar el premio al Jugador Más Valioso (MVP) por tercera vez en su carrera. Sin embargo, su principal objetivo es llevar a los Ravens a ganar su primer Super Bowl desde 2012.
La ofensiva de Baltimore, liderada por Jackson y Derrick Henry, ha sido explosiva, ocupando el primer lugar de la NFL en yardas por partido y puntos por juego. Henry, quien sumó 169 yardas y un touchdown en la última victoria, es el líder en yardas terrestres de la liga. A pesar del poder ofensivo, la defensa de los Ravens ha mostrado debilidades, permitiendo un promedio de 287.1 yardas aéreas por partido, la cifra más alta de la NFL.
Aunque los Ravens han ganado cinco partidos consecutivos y comparten el liderato de su división con los Steelers, los equipos especiales y la defensa aérea deben mejorar si quieren mantenerse como contendientes serios al título. Baltimore visitará a los Browns de Cleveland en su próximo encuentro, buscando seguir con su racha ganadora.