
El Club Deportivo María Auxiliadora, situado en el sector del mismo nombre en la circunscripción tres del Distrito Nacional, enfrenta serios problemas de infraestructura que impiden el desarrollo de actividades deportivas y comunitarias.
A las 11:00 de la mañana, un grupo de niños y adolescentes esperaba ansiosamente para comenzar sus prácticas en la cancha de baloncesto del club. Sin embargo, sus actividades estaban paralizadas debido a la espera del instructor y un evento que se desarrollaba en el centro de la cancha.
Danes Féliz, uno de los dirigentes del club fundado en 1972, señaló que el lugar lleva 28 años sin el mantenimiento adecuado. Marcos Aquino, secretario de deportes del club, mencionó que unos 350 atletas practican baloncesto, voleibol, boxeo y taekwondo en el lugar, pero dos de estas disciplinas se realizan en el salón techado Luis Brito Betancourt, que se encuentra en condiciones deplorables.
La cancha, antes reluciente, ahora está llena de excremento de palomas, con tablas podridas que dificultan la práctica deportiva. Las gradas están corroídas por el óxido, los asientos rotos e inestables, y las luces de la cancha no funcionan debido a la falta de electricidad. Además, el techo tiene filtraciones que obligan a suspender las prácticas cuando llueve.
Aquino también expresó la preocupación por la falta de vestidores adecuados, especialmente para las niñas, quienes no tienen un espacio privado para cambiarse. Las instalaciones cuentan con un espacio pequeño y sin puerta, cubierto de cartones y con un fuerte olor a orina.
El club enfrenta graves carencias en equipamiento deportivo, con una sola pelota de baloncesto para siete categorías diferentes, y no cuentan con instructores designados por el Ministerio de Deportes ni personal de mantenimiento y seguridad.
Féliz también destacó que no están recibiendo la subvención que debería otorgar la Ley 122-05 sobre Regulación y Fomento de las Asociaciones Sin Fines de Lucro. A pesar de reuniones con el Estado a principios de 2023 para la adecuación del club, estas solo quedaron en intenciones.
“El club se está cayendo a pedazos. Las instituciones responsables de su mantenimiento no pasan por aquí y, sin deporte, la delincuencia aumenta porque los jóvenes no tienen nada que hacer”, afirmó Féliz.