
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene previsto anunciar este martes en la Casa Blanca una nueva medida migratoria que permitirá a ciertos migrantes indocumentados, casados con ciudadanos estadounidenses, obtener un estatus legal en el país. Esta decisión llega a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales y podría beneficiar a más de 500,000 personas que han vivido y trabajado en Estados Unidos durante años.
Al menos una organización en defensa de los migrantes y autoridades migratorias estarán presentes en el evento. Gustavo Torres, director de la ONG CASA, con sede en Maryland, afirmó que fue invitado a la residencia presidencial y que asistirá acompañado de una pareja potencialmente beneficiada por esta medida. Torres calificó la iniciativa como «un paso en la dirección correcta para reconocer la contribución de los migrantes».
Este nuevo alivio migratorio es el más significativo desde la creación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) en 2012, que ha permitido a más de 800,000 migrantes obtener permisos de trabajo y protección contra la deportación. El gobierno de Biden planea utilizar una figura legal conocida como «parole», que ofrece protección frente a la deportación y permite solicitar permisos de trabajo.
Con esta medida, los migrantes indocumentados que entraron al país de manera irregular podrán solicitar la residencia y, eventualmente, la ciudadanía. Aunque la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, no adelantó detalles de la iniciativa, reafirmó el compromiso de Biden con la gestión de la situación migratoria, destacando la necesidad de una solución legislativa bipartidista.
Este anuncio se suma a otra medida reciente del presidente Biden para impedir que la mayoría de las personas que crucen la frontera de manera irregular puedan solicitar asilo, una orden que ha recibido críticas por parte de asociaciones de ayuda a los migrantes y legisladores demócratas, quienes consideran que la restricción no resuelve el problema de raíz.