
Dallas Mavs, él dice no tan rápido a los Boston Celtics y a la definición de la temporada NBA 2023-2024. Cuando las Finales ya parecían tener dueño, apareció un magistral cuarto partido de los Mavs, imponiéndose por 122-88 para quedar 1-3 en la serie decisiva de la campaña.
Pero ¿cuánto de esto puede tomarse como una reacción verdadera y cuánto hubo de simple relajación de parte de los Celtics?, en vistas de lo que puede suceder en el TD Garden el lunes 17 de junio durante el quinto partido.
Es importante separar lo que fue meramente circunstancial de este partido de lo que puede verse como conclusiones a tener en cuenta. Empezando por lo primero y más importante: Boston jugó el cuarto partido sin ningún tipo de urgencia. Y eso posiblemente lo llevó a mostrarse sin energía, sin intensidad, sin agresividad.
Los Celtics salieron al campo con el 3-0 en la mente y sabiendo que el lunes pueden cerrar la serie en casa, frente a su afición. La diferencia entre el Boston de este partido, en relación al resto de los Playoffs, fue notable.
Esto, obviamente, no se repetirá en el resto de la serie y hay poco para sacar en limpio desde el lado de Dallas. Boston no volverá a jugar con este nivel de energía. Ni en el quinto partido, ni mucho menos si el cruce se extiende más allá.
Ahora bien. Dentro de lo que fue un partido totalmente atípico, en el que Boston y Dallas ya descansaban a sus estrellas en el tercer cuarto, los Mavericks pueden sacar algunas conclusiones que prenden una pequeña luz de esperanza -y de alarma para los Celtics-.
Para empezar, los Mavericks jugaron con la soltura del equipo que no tiene nada que perder y lucieron mucho más confiados que en los duelos anteriores. Esto, en parte, se debe al bajo nivel de intensidad de su rival, pero también a una realidad: desde el 3-0, toda la presión está del lado de los Celtics.
El propio Boston vivió algo similar en los Playoffs pasados, cuando remontó un 0-3 ante Miami, empató la serie en tres victorias por lado y finalmente cayó en el séptimo partido en casa. Jugar sin nada que perder es mucho más sencillo y, al menos en el quinto punto, Dallas seguirá teniendo eso a su favor.
Por supuesto que Boston sigue siendo amplio favorito y la lógica apunta a que debería cerrar las Finales en el quinto partido. Sin embargo, lo que era hasta aquí una serie sin sorpresa y con un desenlace aparentemente ya escrito, suma un pequeño manto de dudas con lo sucedido en este histórico cuarto partido y sus 38 puntos de diferencia.