
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) en Chile expresó críticas ante la reciente decisión del papa Francisco y el Vaticano de aceptar la «posibilidad de bendecir» a parejas homosexuales sin equipararlas al matrimonio, calificándola como una «medida tardía y contradictoria» que afecta la dignidad de los creyentes.
Ramón Gómez, encargado de derechos humanos del Movilh, señaló que esta decisión constituye una «intolerable forma de exclusión», presentada como antidiscriminatoria, pero que en realidad refleja una medida de apartheid. Según el comunicado, la declaración de la Doctrina de la Fe indica que solo se permitirá la «bendición» si no se confunde con el matrimonio, dando la impresión de que las parejas del mismo sexo son consideradas inferiores.
A pesar de reconocer que la medida podría contribuir a reducir la discriminación dentro de la Iglesia, Gómez destacó que aún persisten desigualdades, ya que las parejas heterosexuales que se casen pueden acceder a una bendición plena, mientras que las parejas homosexuales no tienen la misma opción.
El activista del colectivo de la diversidad sexual, Gutiérrez, consideró que este gesto llega en un momento de «crisis» para la Iglesia, afectada por denuncias de abusos sexuales. Aunque podría impulsar la discusión y ser beneficioso en países mayoritariamente católicos con falta de reconocimiento legal para las parejas del mismo sexo, Gutiérrez subrayó que la confianza en la Iglesia ha disminuido debido a los escándalos de abuso sexual.
La decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe representa un cambio respecto a la postura de 2021, marcando un nuevo enfoque en el tratamiento de las bendiciones a las uniones de personas del mismo sexo.