
A medida que la Navidad se aproxima, el ánimo festivo en el Gran Santo Domingo se ve empañado por la realidad económica, reflejando un ambiente menos animado y entusiasta en comparación con años anteriores.
En el sector Gualey, los elevados precios han afectado las festividades navideñas, y los residentes han reducido las actividades típicas de la temporada. Un ciudadano expresó su descontento, comentando: “Aquí no hay cualto, aquí no hay na’”, haciendo referencia a la falta de recursos económicos en la zona.
Los reporteros que exploraron algunas áreas del sector encontraron a residentes desanimados, con un hombre señalando que solo vio un árbol decorado cerca de un colmado como la única muestra de la festividad navideña. La preocupación por los altos precios en los establecimientos comerciales también se hizo evidente, y algunos residentes expresaron dificultades para celebrar debido a la situación económica.
Mayra Delgado, una residente, compartió su preocupación por los precios elevados, mencionando que le resultará difícil celebrar la Navidad debido a los costos. A pesar de las quejas, expresó cierta esperanza de recibir ayuda alimentaria del gobierno en Nochebuena.
En Guachupita, se llevó a cabo un aguinaldo navideño, pero en general, la festividad parece verse afectada por las condiciones económicas adversas. En Villa Juana, algunas aceras están decoradas, pero no se proyectan actividades festivas significativas.
En el Barrio Enriquillo, la presencia de decoración navideña es escasa, y muchos negocios lucen vacíos. Aunque algunos residentes mencionaron que «los precios están por las nubes», expresaron la esperanza de encontrar algo para la cena de Nochebuena.
Así, el Gran Santo Domingo se enfrenta a una víspera de Navidad marcada por la austeridad y la preocupación económica, dejando un ambiente menos festivo en la antesala de la celebración cristiana que conmemora el nacimiento de Jesucristo.