
En la escena del entretenimiento dominicano, diversos rostros que una vez brillaron con éxito han desaparecido del ojo público, optando por el retiro total o parcial de las artes y la comunicación. Entre las figuras destacadas se encuentran Roberto Salcedo, Manuel Jiménez, Nikauly De La Mota, Olga Lara, Sonia Alfonso, Taty Salas, Omar Franco, entre otros, quienes han reducido su presencia en estas áreas.
La reconocida baladista Olga Lara, por ejemplo, tomó la decisión de retirarse hace más de 25 años debido a cambios en sus prioridades personales, enfocándose en su vida amorosa y estabilidad emocional. Desde su retiro, Lara ha combinado su pasión por el arte y la psicología en libros como «Cosas del Alma a la luz de psicología» y «Tras las barrancas».
Nikauly de la Mota, comunicadora que solía liderar el programa «Arriba con Nikauly», se alejó de los reflectores durante varios años para incursionar en la diplomacia y la política, ocupando el cargo de Ministra Consejera de la República Dominicana en México y escribiendo dos libros.
Otro ejemplo es el de Roberto Salcedo, humorista y productor de televisión que abandonó el entretenimiento para convertirse en funcionario público, dirigiendo la Alcaldía del Distrito Nacional entre 2002 y 2016.
Estos casos destacan cómo las figuras del entretenimiento han tomado caminos diversos, desde incursiones en la diplomacia y política hasta dedicarse por completo a nuevas facetas de la vida. Su legado en la historia del entretenimiento dominicano perdura, aunque su presencia en los escenarios haya disminuido o desaparecido por completo.