
Los residentes de diversos sectores en el Gran Santo Domingo (GSD) afectados por las intensas lluvias del pasado 18 de noviembre se sienten olvidados por las autoridades, mientras luchan por recuperarse de los estragos causados por las precipitaciones.
Moradores de Arroyo Bonito, Herrera, La Perla Antillana, kilómetro 12 de Haina, Manoguayabo y El Tamarindo claman por la atención de las autoridades tras los torrenciales aguaceros que dejaron al menos 30 muertos y numerosos daños en infraestructuras.
Habitantes de la calle 6 de Arroyo Bonito en Manoguayabo expresaron su descontento, señalando que, hasta el momento, ninguna autoridad ha llegado a brindar ayuda. En esta intransitable vía, lodo, charcos y escombros son el desolador paisaje.
Los residentes se han organizado para mitigar los estragos por sí mismos, buscando grúas para desaguar calles y pagando por la eliminación de desechos. Sin embargo, relatan que las autoridades solo pasaron a entregar «funditas de comida» en los días posteriores al desastre.
En el kilómetro 12 de Haina, algunos negocios permanecen cerrados debido a trabajos en aceras y contenes realizados por el Ministerio de Obras Públicas. Los afectados se quejan de la falta de avances y cuestionan la eficacia de las obras ante las condiciones climáticas.
En el sector Perla Antillana, próximo a El Tamarindo, los residentes afirman que no han recibido visitas de autoridades ni líderes políticos. La señora Dignora de los Santos, una sobreviviente del cáncer de mama, muestra su hogar dañado y explica las dificultades económicas que enfrenta para reparar los daños.
La lucha por la salud de De los Santos se complica con los estragos causados por las lluvias, la falta de apoyo gubernamental, y los desafíos económicos. Los residentes afectados esperan que las autoridades y líderes políticos se involucren activamente para proporcionar la ayuda necesaria y aliviar su situación desesperada.