
Los Texas Rangers han hecho historia en cinco juegos y con una derrota a domicilio 5-0 contra los Arizona Diamondbacks. El equipo puede ser tachado desde este miércoles de la lista de la vergüenza, compuesta por aquellos que nunca han ganado una Serie Mundial (hoy quedan solo cinco equipos).
Los Rangers han dado a sus seguidores al fin la alegría que les fue robada en el otoño de 2011, cuando los Cardinals de San Luis les arrebataron el que iba a ser el primer título de la franquicia. Este anhelado logro llegó al fin doce años después, inscribiendo al equipo comandado por Bruce Bochy en los hitos del béisbol estadounidense. La felicidad, no obstante, ha sido para pocos. Es la final de la MLB menos vista en los tiempos recientes.
Este título tiene un significado especial para el entrenador de los Rangers, Bruce Bochy. El veterano de 68 años ya se había retirado del béisbol profesional después de haber ganado tres veces la Serie Mundial, dos de ellas con los Gigantes de San Francisco.
Bochy ha explicado que estaba sentado en una mecedora en su casa de Nashville cuando entró una llamada que le pidió un último rodeo. Esta noche ha conseguido su cuarto título. Además de vencer a Arizona, derrotó en la final de la Liga Americana a sus archirrivales, los Astros de Houston, en siete emocionantes juegos.
La eliminación de los Dodgers, Astros y Phillies, tres populares equipos, hundieron las posibilidades de que el béisbol tuviera una final atractiva. La Serie Mundial de Rangers-Diamondbacks es una de las de peor audiencia.
El primer juego rumbo al título se desarrolló en viernes en horario estelar. Fue también el más emocionante, pues llegó a los tiempos extras. Los Rangers se impuso en la decimoprimera entrada en un marcador 6-5. Pero la audiencia no se enganchó. Tuvo 9,17 millones de espectadores. Es el sexto juego desde que se tiene registros, inicios de los setenta, que no llega a los diez millones.
La MLB tiene un problema de audiencias. La liga cambió este año las reglas para dar más acción a los juegos y recortarlos en tiempo. Los espectadores, sin embargo, no han acudido a la cita más importante de octubre en el calendario deportivo. Otros fracasos de audiencia fue la Serie Mundial de la pandemia, en 2020.