
El Gobierno dominicano, junto a representantes académicos y líderes políticos, ha suscrito el «Pacto Nación» con el objetivo de abordar la actual crisis en Haití, a pesar de la ausencia de los principales partidos de oposición. Este acuerdo implica una serie de compromisos y medidas destinadas a regular la inmigración haitiana y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores extranjeros.
El presidente Luis Abinader lideró la firma del pacto, en el cual el Gobierno se compromete a organizar de manera integral la inmigración haitiana y la contratación de esta mano de obra. Se busca eliminar la contratación de mano de obra haitiana en condiciones migratorias irregulares en proyectos gubernamentales y municipales.
El acuerdo también establece la creación de cuotas de admisión anual por sectores de actividad para los inmigrantes que sirvan como mano de obra. Además, se promoverá la generación de compromisos con los sectores empresariales para incorporar progresivamente mano de obra dominicana en áreas previamente dominadas por trabajadores extranjeros.
Para garantizar la transparencia en las relaciones laborales, se reformulará la normativa de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) para requerir a las empresas la presentación de nóminas con información detallada de los empleados y salarios.
Se insistió en que los trabajadores haitianos con estatus legal gocen de los mismos derechos laborales que los dominicanos. Además, el pacto aboga por la deportación de extranjeros con estatus migratorio irregular, siguiendo el debido proceso.
El Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) supervisará el proceso de deportación para garantizar que no se incluya a menores de edad no acompañados.
El documento también propone la implementación de un programa de control biométrico para nacionales extranjeros y la modernización de la emisión de visas para garantizar su integridad.
Como parte del pacto, se insta a la República Dominicana a emprender una campaña internacional para motivar a la comunidad global a actuar en beneficio de Haití. Se enviarán misiones especiales al extranjero con el fin de aumentar el compromiso de la comunidad internacional y obtener apoyo de otros gobiernos para asistir a la sociedad haitiana.
Además, se plantea la construcción y operación de tres hospitales en Haití, incluyendo la formación de su personal, y se invita a otros países a realizar inversiones similares para aliviar la presión sobre los servicios públicos dominicanos.
El pacto también contempla acciones para fortalecer el control fronterizo, incluyendo supervisión tecnológica, vigilancia satelital y dispositivos para detectar armas y explosivos. Se buscará el desarrollo de planes para las comunidades fronterizas, incluyendo una política salarial y un estatuto de servicio especial para servidores públicos en la región.
Este pacto se presenta como un esfuerzo conjunto para abordar la crisis en Haití y establecer políticas y regulaciones que beneficien tanto a la población dominicana como a los inmigrantes haitianos.