
Santo Domingo, República Dominicana – La capital de la República Dominicana, Santo Domingo, se encuentra en medio de un desafío creciente que afecta a sus habitantes: el acceso a la vivienda se ha convertido en una tarea cada vez más complicada debido a un alarmante aumento de los precios en comparación con los salarios promedio.
Esta crítica situación ha llevado a que los ciudadanos se vean obligados a destinar un abrumador 88% de sus ingresos mensuales para poder hacer frente al pago de sus alquileres.
La Constitución de la República Dominicana, en su artículo 59, reconoce el derecho de sus ciudadanos a una vivienda digna con servicios básicos esenciales. A pesar de esta disposición legal, el país sigue enfrentando un alto déficit habitacional. Según datos del Ministerio de Industria y Comercio, en 2017 se estimaba en 830,000 las unidades faltantes, pero un estudio de Oxfam realizado en 2020 elevó esa cifra a más de 2 millones de viviendas en déficit.
En el ámbito de bienes raíces, Santo Domingo se ha posicionado como la séptima ciudad más cara del mundo, y la primera en América Latina. Un análisis de la plataforma Online Mortgage Advisor revela que el costo de los alquileres en la ciudad ha experimentado un notable incremento entre los años 2018 y 2022.
Mélido Marte, director regional de Remax-RD, destacó que la pandemia cambió los patrones de gasto de las personas, desviando parte de sus recursos hacia el sector inmobiliario, especialmente hacia propiedades secundarias, lo que generó un aumento en la demanda y, como consecuencia, en los precios.
Para comprender la gravedad de la situación, se realizó una comparación entre el salario neto mensual promedio en la ciudad y el costo promedio del alquiler de un apartamento de una habitación en el centro urbano durante el período entre 2018 y 2022. Los resultados son alarmantes, ya que el alquiler ha aumentado considerablemente, mientras que los salarios apenas han experimentado mejoras.
Ante esta crisis, el Ministerio de Vivienda ha propuesto modificar la Ley de Alquileres de Bienes Inmuebles y Desahucios como una opción para regular el aumento de los alquileres. Según la propuesta, los propietarios podrían aumentar las rentas en caso de mejoras en las viviendas, pero con un límite del 20% del alquiler actual. Esto podría generar preocupaciones sobre precios iniciales más altos por parte de los propietarios.
Guillermo Caram, exgobernador del Banco Central de República Dominicana, ha señalado que el poder adquisitivo de los salarios en el país es insuficiente debido al alto costo de los alimentos, servicios y bienes en general, lo que deja a las familias dominicanas con presupuestos ajustados y dificultades para hacer frente a los crecientes costos de la vivienda.
Es notable que el alquiler sea más común en la clase media, especialmente en los grupos socioeconómicos de nivel medio-bajo y en el nivel medio y medio-alto, representando aproximadamente el 44.1% y el 44.7% de los inquilinos, respectivamente.
Mélido Marte enfatiza que el principal componente en el mercado de bienes raíces es la tierra. Antes de la pandemia, el costo por metro cuadrado de terreno en el Polígono Central rondaba los mil dólares. En la actualidad, ese mismo metro cuadrado alcanza los 3,000 dólares, lo que inevitablemente se refleja en los precios de las viviendas construidas en esta área del territorio nacional.
Los alquileres, al igual que la inflación, han experimentado aumentos notables. Gabriel del Río Doñé, un sindicalista, subraya que los salarios en República Dominicana en general son miserables, lo que hace que los incrementos de alquiler sean aún más difíciles de afrontar.
El estudio de Online Mortgage Advisor también compara los salarios promedio en Santo Domingo con los de otras ciudades, como Cancún, México. Sorprendentemente, vivir en la capital dominicana parece ser más costoso en términos de alquiler que en Cancún, una ciudad turística reconocida.
En Santo Domingo, más de la mitad de las viviendas ocupadas, específicamente el 50.3%, son alquiladas, lo que significa que cinco de cada diez viviendas están en manos de inquilinos.